Los síntomas de la EM varían según las áreas del sistema nervioso central donde se han producido las lesiones. Además, pueden aumentar o disminuir en gravedad y duración según la progresión de la enfermedad.
Los síntomas de cada persona son únicos, lo que significa que una persona puede experimentar uno o varios síntomas, aunque eso no implica que todos o ninguno de ellos tengan que manifestarse. Si no aparecen síntomas, no significa que la enfermedad no esté activa y progresando, ya que aún pueden producirse daños neurológicos.
Por este motivo, es fundamental someterse a una resonancia magnética (RM) una vez al año para evaluar la progresión de la enfermedad. Las manifestaciones de la EM suelen presentarse en forma de brotes, conocidos como la aparición de nuevos síntomas o el empeoramiento de los existentes durante más de 24 horas, que deben estar separados por al menos 30 días del síntoma anterior. Los brotes se diferencian de los pseudobrotes en que estos últimos implican el empeoramiento de un síntoma existente debido a su asociación con calor, fiebre o infección; cuando se corrige el factor desencadenante, el paciente vuelve a su estado anterior.
Los síntomas más comunes de la EM son:
- Fatiga, Alteraciones visuales: visión doble, neuritis óptica o presencia de movimientos oculares rápidos o involuntarios.
- Problemas motores y de equilibrio: pérdida de equilibrio, dificultad para caminar con normalidad, temblores, falta de coordinación en los movimientos (ataxia), mareos y debilidad que afecta a la marcha.
- Espasticidad y espasmos: rigidez, pesadez, contracciones musculares involuntarias y espasmos.
- Trastornos del habla: dificultad para mantener una conversación, cambios en el ritmo del habla, disartria y afasia.
- Problemas de vejiga: infecciones de la vejiga y micción frecuente y urgente. Problemas intestinales: estreñimiento y falta de control de esfínteres.
- Alteraciones sensoriales: hormigueo, entumecimiento o sensación de ardor, dolor muscular y sensibilidad al calor. Cuando la temperatura aumenta, los pacientes experimentarán un empeoramiento de sus síntomas.
- Problemas sexuales. Trastornos cognitivos: problemas de memoria a corto plazo, dificultad para procesar información, resolución de problemas, encontrar las palabras adecuadas y déficits de atención y concentración. Trastornos emocionales: ansiedad y depresión.